The Eternal Return
2012

Madera, bocinas, tornamesa, disco y amplificador
155 x 80 x 50cm

La experiencia del momento detenido, toma una nueva visión como una forma de regreso eterno, a través de la imagen de una cuerda soportándose a sí misma y rotando sobre el espacio. La idea se acentúa por la repetición del sonido de su movimiento, como el de un disco roto, en una instalación con la imagen inocente de una tornamesa. El artista ubica deliberadamente el estéreo en un montaje que alude explícitamente a Haim Steinbach, padre del apropiacionismo contemporáneo.